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El edificio

Se construyó por orden de la congregación San Felipe Neri, como casa principal de la orden en la hacienda. Después pasó a ser propiedad del Estado y finalmente fué comprada por el General D. Antonio Ros de Olano

La casa solariega del Vizconde, conocida en esta población como “El Castillo de Ros” por su torreón almenado, permanece como un recuerdo perpetuo de la presencia de aquel hombre tan importante.

Además de las fincas de secano, Ros de Olano adquirió, mediante testaferros, la casa principal de la congregación de San Felipe Neri, la almazara, el aljibe, el pozo y una pequeña casa contigua. En total el comprador tuvo que desembolsar la cantidad de 1.719.401 reales.

El 29 de febrero de 1844 hace efectiva la compra de la finca, en esta época Balsicas tenía menos de 300 habitantes. La mayoría de ellos vivían disgregados en caseríos que estaban desperdigados en varios kilómetros a la redonda. Destacaban dos pequeños núcleos de población. Uno situado junto a las “balsicas” que dieron nombre al pueblo y otro cercano a la hacienda que adquirió Ros de Olano.Escribía Ros de Olano en su testamento.
“Cuanto consigno someramente es de pública notoriedad en el vecindario de Balsicas. Las grandes mejoras practicadas por mí, consisten pues en plantaciones nuevas y reposición de faltas como en obras para el riego, reposición de márgenes, construcción de verdaderos trenques, restauración de todas las cosas que comprende la finca con las mejoras que han dado el tiempo y el cuidado del arbolado, y además el establecimiento de una instalación del Camino de Hierro en el mismo límite de dicha hacienda a distancia de unos quinientos metros próximamente de la casa principal en que se guardan los frutos''.


Han sido varías las reformas realizadas por el nieto del Vizconde, D. Antonio de Vega y Ros de Olano que heredó la hacienda de su madre Dña. Isabel Ros de Olano.

Castillo de Ros

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